Relanzamiento de la Alianza estratégica entre Argentina y Brasil
Alberto Fernández y Lula Da Silva se encuentran en Buenos Aires para suscribir un histórico entendimiento.
“Dos pueblos hermanos vuelven a encontrarse”. Con esta metáfora se sintetiza la situación actual en la relación entre Argentina y Brasil en un artículo firmado por ambos mandatarios, que salió este domingo en el diario Perfil de Argentina. Así, se entiende como un reinicio de una relación estratégica pausada en los últimos años producto del lineamiento político del gobierno de Bolsonaro.
El encuentro se dará inmediatamente después de la VII Cumbre de la Celac, foro que reúne a los 33 países de la región de América Latina y el Caribe. Este evento marcará el regreso de Brasil a este mecanismo de diálogo y concertación regional.
Este relanzamiento implica la reactivación de varios espacios de cooperación en múltiples áreas, como la lucha contra el hambre y la pobreza, la salud, la educación, el desarrollo sostenible, el cambio climático y la reducción de la desigualdad.
Aspectos técnicos
En el artículo se hace referencia a la realización de un trabajo en conjunto con el fin de consolidar la paz y la democracia. También, se hace especial atención a la reindustrialización de ambas economías, señalando la alta participación que ya hay en el comercio bilateral de productos industrializados en sectores estratégicos. Por estos motivos se busca fortalecer los ya sólidos lazos comerciales y de inversión.
Al mismo tiempo, se refuerza la necesidad de continuar con la integración de las cadenas productivas de ambos países, ayudando así a mitigar shocks externos. En este sentido, el comunicado señala que tanto Argentina como Brasil no deben depender de proveedores externos para el acceso a insumos y bienes esenciales.
El artículo continúa indicando la voluntad de ambos países de desempeñar “un papel fundamental para la seguridad alimentaria en un mundo que se ve afectado por riesgos geopolíticos y serias interrupciones en las cadenas de suministros”. Consecuentemente a esto, los mandatarios se comprometen a dotar a sus sectores de agricultura y ganadería de altos estándares de sostenibilidad, manteniendo de esta manera su alta productividad. Esto último marca el acuerdo conjunto para adecuarse a las normativas demandadas por la Unión Europea con el fin de poder concluir el acuerdo de libre comercio entre Mercosur y la UE.
Otro campo que se destaca es el de la integración energética. En este ámbito se resalta la interconexión eléctrica que ya existe entre ambos países, y se propone concretar la integración gasífera, la cual tiene potencial para convertirse en uno de los proyectos estratégicos de la relación bilateral, y que además es fundamental para la seguridad energética de los dos países.
También, se hace referencia a la consolidación, tanto de Argentina como de Brasil, como poseedores de tecnología nuclear con fines pacíficos, fortaleciendo la “Agencia Brasileño - Argentina de Contabilidad y Control de Materiales Nucleares” dando continuidad a proyectos ambiciosos como el desarrollo de un reactor multipropósito. Al mismo tiempo, se indica la reactivación del trabajo conjunto en materia de Cooperación Espacial.
Aspecto general de la estrategia
En los comentarios acerca del aspecto más general de la importancia de la relación bilateral, se señala que esta es fundamental para el avance de la integración regional. Para esto se busca constituir al Mercosur como una plataforma de integración con el mundo, a través de la negociación conjunta de acuerdos comerciales. Un punto clave es la intención de fomentar el uso de las monedas locales en el comercio intrarregional, y al mismo tiempo, avanzar en el establecimiento de una moneda sudamericana común que se utilice para los flujos comerciales y financieros, reduciendo costos operativos y nuestra vulnerabilidad externa.
Además de Mercosur, también busca “rescatar y actualizar” la Unasur. El comunicado sostiene que Argentina y Brasil están comprometidos en la construcción de una América del Sur fuerte, democrática, estable y pacífica. Ambos mandatarios concluyen argumentando que tanto la ONU como el G20 deben contribuir al liderazgo en un mundo que se encuentra en crisis.
De esta forma, el artículo finaliza señalando la necesidad de forjar el destino de ambas naciones de forma común, con el objetivo de construir un mundo “justo y solidario”, y este sería el sentido estratégico de la integración bilateral.