Reino Unido y la UE alcanzan “histórico” acuerdo sobre el protocolo de Irlanda del Norte
Gran Bretaña y la Unión Europea llegaron a un acuerdo histórico para poner fin a una disputa sobre las reglas comerciales posteriores al Brexit, conocido como el Protocolo de Irlanda del Norte.
El primer ministro británico Rishi Sunak y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dieron a conocer este lunes 27 de febrero un acuerdo para desbloquear el Protocolo de Irlanda del Norte incluido en el tratado del Brexit. Se trata del “Acuerdo Marco de Windsor” que modifica el plan original y, según Sunak, respetará los mercados y la soberanía de Irlanda del Norte. De esta manera, el primer ministro británico contribuyó a resolver uno de los conflictos que más perjudicaron las relaciones posteriores al Brexit entre Gran Bretaña y la Unión Europea: el estatus comercial de Irlanda del Norte.
Max Blain, el portavoz oficial de Sunak, declaró a la prensa que los logros presentados, tras un año y medio de negociaciones infructuosas por parte de varios Gobiernos conservadores, fueron posibles gracias a "un cambio de talante" por parte del Reino Unido. "El tono se marca desde arriba", afirmó, para explicar que Sunak y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tienen una relación de "mutuo respeto".
El pacto debe ser refrendado todavía por el Parlamento británico, pero ya le ha servido a Sunak para presentarse como un líder pragmático, más interesado por resolver problemas reales que por enredarse en discusiones bizantinas. Las flores con que ha sido recibido el acuerdo por la prensa conservadora más recalcitrante permiten a Sunak vivir su mejor momento como primer ministro desde que asumió el cargo hace cuatro meses.
Marco de Windsor
El protocolo original, firmado en 2020, dejaba efectivamente a Irlanda del Norte mitad dentro del sistema europeo y mitad dentro del británico. La frontera irlandesa permaneció abierta, pero eso significaba que para hacer cumplir las diferentes normas aduaneras, las mercancías tenían que ser controladas cuando cruzaban entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido. De esta forma, el sistema de controles aduaneros creó efectivamente una frontera comercial dentro de Gran Bretaña, en el Mar de Irlanda. Algunas empresas británicas dejaron de enviar productos a Irlanda del Norte, culpando al papeleo adicional, enfureciendo a algunos legisladores del Partido Conservador y a muchos unionistas de Irlanda del Norte.
Algunos en Bruselas hablaron de una amenaza a la integridad del mercado económico único de la UE, mientras que algunos en Londres y Belfast advirtieron una amenaza a la coherencia del Reino Unido. También preocupa la fragilidad de la paz en Irlanda del Norte, una región donde décadas de violencia sectaria dejaron miles de muertos.
Este nuevo acuerdo, denominado Marco de Windsor, describe mecanismos para suavizar el comercio entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido sin obstaculizar el comercio a través de la frontera terrestre de la primera con Irlanda, que es miembro de la UE. Una forma es crear un "carril verde" con poca burocracia para las mercancías que viajan desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte y que están destinadas a permanecer allí. En cambio, las mercancías utilizarán un "carril rojo" cuando los insumos pasen por Irlanda del Norte pero no permanezcan en dicho territorio. En este caso, deberán hacer su trámite por los procedimientos impuestos por la Unión Europea.
Por este motivo, Sunak sostuvo que el nuevo pacto tendrá el efecto de ofrecer un comercio más fluido por todo Reino Unido, al mismo tiempo que protegerá la soberanía de Irlanda del Norte, que hace parte de del mercado único europeo incluso tras el divorcio entre Londres y Bruselas.
Otro punto clave en el nuevo acuerdo es el denominado como freno de ‘Stormont’, nombre que hace referencia a la Asamblea de Irlanda del Norte. Este organismo tendrá voz sobre las nuevas leyes europeas y podrá decidir si son o no convenientes para el territorio. En ese sentido, comenzaría aplicar un mecanismo como el que rige en Noruega, que está fuera del bloque, pero tiene acceso al mercado interior. Así, Bruselas deberá avisar con tiempo a Londres sobre nuevas reglas o directivas que afecten a Irlanda del Norte, de manera que el sistema británico tendrá la opción de estudiarlas y apelar.
También se llegó a un acuerdo sobre el impuesto de valor agregado (IVA) para las empresas de Irlanda del Norte. Según el nuevo texto, el Gobierno británico tendrá la libertad para establecer “cambios críticos en el IVA”. Hasta el momento, estas empresas habían seguido las legislación del bloque europeo.
El convenio, además, busca promover la cooperación científica entre la Unión Europea y Reino Unido. En el momento en el que el Acuerdo Marco de Windsor se implemente, Bruselas comenzará "de inmediato" el trabajo para sellar un acuerdo con el programa científico comunitario, Horizonte Europa.
Con este nuevo enfoque de las negociaciones, en el que Londres reconoció por su parte el imperativo de proteger el mercado único, Bruselas se avino a renegociar cambios sustanciales en el texto original, algo a lo que con el régimen previo se había negado. Esto pone de manifiesto que la UE optó por ir más lejos de lo previsto en sus concesiones a Londres a cambio de pasar una página dolorosa de su historia.