Moneda común de Argentina y Brasil: ¿Puede concretarse esta vez?
A lo largo de la historia bilateral reciente han ocurrido otros intentos de crear una moneda común que no llegaron a concretarse. Varios analistas comentan que lo mismo podría ocurrir en esta ocasión.
La moneda común que anunciaron Lula da Silva y Alberto Fernández hace unas semanas es otro intento de ambos países por aumentar el nivel de integración entre sus economías. A lo largo de la historia bilateral reciente han ocurrido otros intentos de crear una moneda común que no llegaron a concretarse. Varios analistas comentan que lo mismo podría ocurrir en esta ocasión.
Desde el protocolo sobre la moneda de 1987 firmado por Sarney y Alfonsín, pasando por el Tratado de Asunción de 1991 de Menem y Collor de Melo, los intentos de Bolsonaro y Macri por crear una divisa común, y la apuesta de Lula y Fernández por una moneda común llamada “Sur”, la idea de una integración monetaria entre Argentina y Brasil, que al mismo tiempo sea trasladable a la región, estuvo siempre sobre la mesa. Todos los intentos quedaron en nada.
Es importante aclarar que la moneda común de tipo virtual que impulsan ambos gobiernos no funcionaría como el “euro”, es decir, en lo transaccional diario; sino que será en principio, una moneda de intercambio que sirva para no depender de una moneda extrarregional como el dólar estadounidense, euro, yen o yuan. Se trata de una moneda común, pero no única, ya que cada uno de los países firmantes seguirá manteniendo sus propias monedas (peso y real), y la moneda virtual pasaría a ser de utilización para transacciones internacionales.
Sin embargo, diferentes analistas concluyen que este proyecto será de muy difícil concreción. El aspecto central al que aluden son los desequilibrios macroeconómicos entre los dos países, que fueron la principal causa de los fracasos en intentos anteriores. Durante los años que lleva el Mercosur, los miembros del bloque han debatido sobre cuestiones como la ampliación o la profundización de la integración, o sobre las asimetrías de las economías que lo componen, pero poco se ha adelantado en materia de coordinación macro.
El último intento de avanzar hacia una divisa común, llamada “peso real” lo dieron Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, pero nuevamente la asimetría en la situación económica y la preocupación por la inestabilidad de la economía argentina volvieron a hacer fracasar la iniciativa. Hoy en día, con una inflación anual del 94% en Argentina, frente a una del 5,9% en Brasil, es difícil creer que la iniciativa de ambos socios del Mercosur no termine como los intentos anteriores.